jueves, febrero 13, 2014

13/02 Día mundial de la radio

 
El primer recuerdo que tengo es el del "Club de barbas" que se transmitía a eso de las 06:00 en Radio Rivadavia cuando era chico, lo escuchaba mi viejo cuando me venía a despertar para ir a la escuela.
Después, y siempre en Rivadavia, "Rapidísimo" "La vida y el canto" "La oral deportiva" era lo que en el día se oía en casa.
 
Los sábados por la noche me gustaba dormirme escuchando "Tango y box"
 
Luego, cuando la empecé a escuchar yo (eligiendo frecuencias y programas) me di cuenta que me gusta escuchar alguien que hable, no tanto música. Por eso es que siempre mi preferencia se mantuvo en la AM.
 
Más adelante llegó el momento del negro Dolina. Ese programa que empezó a crecer por comentarios de boca en boca y se transformó en un clásico.
 
Para los que estudiamos arquitectura, la radio es un integrante del grupo más. He estado todo un domingo escuchando los partidos, luego los comentarios y los programas siguientes, dibujando y oyendo radio noches enteras.
 
En mi casa hay una radio en cada ambiente, y si quiero las prendo todas, y por donde me desplazo voy escuchando el programa elegido
 
Antonio Carrizo, Héctor Larrea, José María Muñoz, Osvaldo Caffarelli, Horacio García Blanco, Rolando Hanglin, Raúl Portal, Florencia Ibáñez, Guillermo Stronati, Víctor Hugo Morales (relatando), Tato Aldao, Eduardo González Rouco, Alejandro Dolina, Alejandro Apo, Magdalena Ruiz Guiñazú, y muchos, muchos otros me acompañaron durante todos estos años.
 
Y todavía tengo la idea de colaborar en alguna, ya se me va a dar de una u otra forma.

jueves, febrero 06, 2014

Identidad

Como siempre, uno se enorgullece de su origen.
 
Busca mantener esa "s" arrastrada que tenemos los porteños.
 
Cuando acá me preguntan ¿sos de Buenos Aires?, la respuesta suele ser Noo... de Capital...
 
Pero ya doce años en la isla tiran, y generan una querencia.
 
Por eso, durante la semana pasada mientras veía el Festival de Cosquín por la tele, al aparecer alguno con una banderita de Tierra del Fuego, la sonrisa se me dibujaba sola.
 
Parece nomas que es cierto aquello de "No soy de aquí, ni soy de allá"