viernes, diciembre 29, 2006

Breve resumen

Parece extraño resumir un año en los últimos diez días.
Esto puede ser posible cuando ocurre algo que opaque todo lo demás.
Si bien está todo llevándose con suma cordialidad, estamos en un todo de acuerdo y no hay peleas ni nada que empañe la convivencia que aún se mantiene, mi matrimonio que el 21/12 cumplió quince años, ingresó en un período de pausa, prólogo de una separación que trataremos sea lo mas tranquila posible.
Por esto aquel post en el que solicitaba un café, por esto es que no frecuento con la regularidad de costumbre los espacios de cada uno de ustedes y ando ausente del cbox de Araña, donde era habitué. Realmente estoy con la cabeza en otro lado, comprenderán la circunstancia que vivo.
Qué situación tan incómoda, gracias a Dios las nenas, si bien obviamente les golpeó, mostraron una madurez impecable cuando les hablamos del tema.
Por supuesto que no es algo que haya surgido en los diez días que menciono, nada se enfría de golpe, todo tiene un proceso que parece resumirse en un punto preciso, pero que antes de ese punto hay mucho camino recorrido.
Veremos que depara el 2007. Por mi parte, y con respecto a ustedes, no tengo más que agradecimiento para cada uno. Me he divertido, emocionado, sorprendido, y muchas cosas mas. El universo bloggero ofrece estas sensaciones que vale la pena aprovechar.
Pude conocer el rostro de quienes postearon alguna foto, la voz de Caro, a quien cometí la imprudencia de llamar un mediodía que estábamos en el cbox hablando sobre Les Luthiers y las impresiones y opiniones de todos.
Gracias por leerme y visitar mi espacio. Nos seguiremos viendo, que terminen muy bien el año y empiecen el próximo aun mejor.
Saludos a todos/as

sábado, diciembre 23, 2006

Casi siempre de día

La pregunta de Laurabaires fue ¿cómo es vivir siempre de día?. Les comento brevemente de qué se trata.
En principio y como les parecerá natural, el hecho de que en esta época el día prevalezca implica que en invierno la oscuridad también ejerce su dominio. Cada uno lo toma en la mejor forma que puede. Yo no tengo problemas con el frío, pero los días cortos del invierno me parecen lo mas deprimente de esta zona.
El 21/12 consulté en la Estación Astronómica de Río Grande acerca de cuales sería los horarios de salida y puesta del sol para ese día, comienzo del verano y de mayor exposición solar, y la respuesta fue:
Salida 04:56 (significa que ya hay luz solar mas o menos a las 03:50)
Puesta 22:03 (y recién tenemos noche cerrada a las 23:20)
Ahora bien, el hecho de tener mayor luz solar no significa que los horarios laborales o comerciales vayan a modificarse. Y así como es bastante curioso cenar de día, también lo es que a las 21:30 los negocios estén ya cerrados cuando al sol le falta un tramo para llegar al horizonte.
Como contrapartida, en el comienzo invierno cuando tenemos los días mas cortos, a las 09:00 es noche cerrada y recién 09:20 clarea. El sol da un breve arco sobre el horizonte y a las 18:00 se pone nuevamente.
Estan condiciones se magnifican un poco mas en Ushuaia, que está a unos 200 km. al sur de mi posición actual.
Algo que no varía durante todo el año, es la excelente calidad de la cerveza artesanal que tenemos por aquí. Para eso no hay día, noche, verano o invierno.
Saludos a todos, y que tengan unas hermosas fiestas.

martes, diciembre 19, 2006

Qué bien me haría un café...


Pero no el de la cafetera automática que tengo a unos metros.

Qué bién me haría estar pasando unos minutos con alguno de mis amigos del barrio, charlando de temas sin mayor importancia, riéndome de tonterías y despejando el cerebro.

Mirando de tanto en tanto por la ventana del bar.

Saber que en apariencia es tiempo perdido, pero que está bien invertido, simplemente por estar allí.

Hoy ando medio depre, por algunos temas que no vienen al caso. Gracias por leerme. Ya llegará el momento de estar mejor.

Saludos a todos/as

jueves, diciembre 14, 2006

Ya semo Beta, semo

Bueno. Ya nos modernizamos, ahora espero que no haya mayores inconvenientes para los comentarios, Cboxes y todo lo que compartimos.

lunes, diciembre 11, 2006

Feliz Cumple, Maestro


¿Que se pensó?
¿Que no me iba a acordar de usted?
Por favor, si no hay tanguero que me arrugue el cuore como usted cuando arranca con esa voz y esas violas que lo acompañaban.
Usted sí que supo ganarse apodos en todos los momentos, La Voz, El Zorzal, El Mudo, El Hombre, y otros mas pero, qué quiere que le diga, a mi el que mas me llega es aquel en donde lo siento mejor representado. El Invicto.
Ambas márgenes del Río de la Plata, y hasta los franceses se disputan su nacimiento, Maestro. La verdad que no me importa demasiado el asunto, usted puede ser natural de Toulouse, Tacuarembó o del Abasto, yo no lo sé. Lo que si conozco es que ese sentir, al mismo tiempo melancólico y reo, del porteño no lo hizo música nadie en la forma que usted sí lo hizo.
Saludos Maestro, que termine bien el día.

lunes, diciembre 04, 2006

Pacto de caballeros

Esta experiencia que comento la he hablado en su momento con el psicólogo. Siempre me resultó interesante dado que fue algo que (seguramente) pactamos sabiendo que no íbamos a cumplir y que, cuando llegó ese día, estuve en el lugar sabiendo que no iba a ver a nadie, pero con la satisfacción del deber cumplido.
Hice la secundaria en el barrio San Telmo. Como el grupo fue mas o menos el mismo durante buena parte de la cursada, con algunos desarrollé una buena relación. En 1985 llegó el momento del último año y cuando lo estábamos finalizando, a uno de los que componía el grupo habitual de trabajo se le ocurre “che, tendríamos que quedar en una fecha para encontrarnos en el 2000 ¿no?”
Obviamente lo miramos con caras de hermano, faltan quince años para eso. Pero vaya a saber uno por qué motivo nos gustó la idea de fijar una fecha.
El desafío era encontrar una fecha que nos resultase significativa y que recordásemos todos (esos todos éramos los cinco que siempre hacíamos los trabajos juntos) y entonces se puso de manifiesto un gusto que compartíamos, el automovilismo.
Tres años antes, durante las pruebas de clasificación del Gran Premio de Bélgica de 1982, a raiz de un espectacular accidente perdió la vida uno de los pilotos del equipo Ferrari, el canadiense Gilles Villeneuve.
Gilles era un verdadero personaje. Siempre al límite sin importar como estuviera su auto ni la posición que defendiera, durante su corta carrera tuvo hazañas épicas (duelo con Arnoux en Francia’79) y accidentes en los que no se entendía como salía sin lesiones (Fuji’77 Imola’80 entre otros).
Pues bien, el 8 de Mayo de 1982 a la 15:00 Gilles venía detrás del March de Jochen Mass y al intentar superarlo, o el canadiense quedó corto en la maniobra, o el alemán no le entendió. Lo cierto es que al cerrarle un poco el paso la Ferrari se montó sobre la parte trasera del March y, literalmente, despegó. Golpeó contra una de las barreras de protección y allí Gilles salió despedido del habitáculo, volteó con su cuerpo la primer hilera de alambrados y quedó desnucado junto a la segunda.
Los cinco éramos fanas de Villeneuve, de modo que el lugar y día del encuentro a producirse quince años después sería en la esquina del colegio (Perú e Independencia) el 8 de mayo del 2000 a las 15:00.
Pasaron los años, de los chicos nunca mas tuve novedades, pero no me olvidaba del pacto que habíamos hecho.
Cuando llegó el año 2000 y renové mi agenda, enseguida anoté en la columna correspondiente al 8 de mayo 15:00 esquina del Huergo.
En esos momentos trabajaba como asesor de equipamientos para una empresa, de modo que tenía distintos clientes para poder ir a ver. Ya en lo días anteriores acomodé las cosas para poder estar en la esquina del Colegio ese día y a esa hora.
Como lo mencioné, esto es algo que finalmente cumplí porque no podía dejar de hacer. No esperaba encontrar a nadie. De hecho, estuve unos diez minutos en la esquina y después seguí muy tranquilo mi camino. Tampoco el tema pasa por recriminar a mis compañeros el que yo estuve y ellos no, nada que ver, lo tenía que hacer porque yo había dicho que si, y de no haber concurrido al lugar, estoy seguro que la incertidumbre de haberle fallado a alguien me hubiese acompañado quien sabe por cuanto tiempo.
Porque prefiero pensar que se olvidaron del pacto, a que se olvidaron de Gilles.