lunes, octubre 30, 2006

¿Qué hacemos cuando bloggeamos?

En uno de los post de Flor, menciona qué es lo que representa el blog para ella. A mí me hizo preguntar lo mismo ¿qué representa este espacio para mí?

Una de las posibilidades que ofrece Internet es la comunicación con muchos con lo que, de otra forma, jamás entraríamos en contacto. Pero ese “contacto” es muy particular, y a mi entender, plantea un desafío interesante. Ese desafío consiste en que si lo queremos hacer, estamos prácticamente obligados a creer que, detrás de un nick y de unas historias, está una persona de la que no conocemos mas que esos pocos datos. La gran magia de todo esto es que se forma una comunidad de gente que, en su mayoría, ni siquiera se conoce.

Alguna vez escuché a un locutor de radio que explicaba que al estar en su puesto de trabajo, la gran pregunta era ¿habrá alguien del otro lado? y en estos espacios la pregunta es ¿quién leerá esto?

Todo lo que uno comenta en su blog, historias personales, hábitos, gustos, rabias, amores, etc. van a la bloggosfera y quedan orbitando como satélites, temas que resultan personalísimos, y que tal vez los conversaríamos cara a cara con no mas de cinco personas, los contamos aquí y quedan al alcance de cualquiera.

Y tal vez de allí surgen las sorpresas, cuando nos encontramos con quienes viven lo mismo en diferentes partes del mundo, que cuentan sus cosas tal y como lo hago yo, y sin conocerme me dicen ¿sabés que me pasa algo similar?

Este blog nació el 6 de Julio, sin expectativas y fue creado para poder comentar en blogs en los que se requería tener uno propio. El nombre se debe a que como suelo ir a menos en temas que desconozco, pensé que no sería sencillo, así le puse y a sí está expresado en el primer post.
El mismo día vino el primer comentario. La sorpresa fue enorme porque no me dejaba de preguntar ¿quién leyó esto?. Y allí estuvo Blonda dándome la bienvenida y comentando mis primeros post.

Luego, a través de su blog y metiéndome en sus links, empecé a tomar contacto con otros bloggers, allí conocí en principio a la Coneja, a Araña, a Magic, a Flor, en cuyos espacios comencé a dejar algunos comentarios (tardé un poco hasta hacerlo, al principio solo leía), luego y siempre por links ajenos vinieron la charrúa Ana, Pitoti, Laurabaires, Luciano, Pretexto, Patricio, y a quienes les respondía sus comentarios como a las Cinco Metros, Jes, Legally o a Jesús entre otros (no quiero ser injusto con nadie) y aquí volvemos al principio, salvo algunas excepciones, no conozco nombres ni imágenes, pero sin embargo uno se involucra con lo que el otro tuvo la confianza de postear y, si podemos ser de ayuda, lo somos, y si nos podemos reir juntos, lo hacemos.

Cada uno tiene su realidad. Habrá quienes llenen un vacío con la bloggosfera, y tal vez cuando encuentren el verdadero componente que llene ese hueco, el espacio en la red irá quedando en desuso (esperamos saberlo) Habrá quienes necesiten expresarse de esta forma, habrá quienes busquen simplemente un contacto con el otro, y así infinidad de variantes.

Yo puedo decir que, realmente, me siento muy cómodo con cada uno de ustedes.

Saludos a todos.

Andrés

viernes, octubre 27, 2006

Respondiendo a una pregunta

La pregunta de Plumetti fue ¿Por qué te fuiste a Tierra del Fuego? Bueno, les cuento mas o menos como fue el asunto con una descripción que cité en la página de Todo Arquitectura. Es un poquito extensa, así que si quieren cébense unos matienzos para acompañar la lectura.

Puedo encabezar el relato con una frase que, realmente, me gusta mucho y es “quien te ha visto y quien te ve”

Hace cerca de catorce años. Ante una oportunidad laboral, parte de la familia de mi esposa se trasladó a la provincia de Tierra del Fuego. Para quienes no conocen Argentina le comento que se trata de la provincia ubicada más al sur y que su nombre completo es "Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur" de modo que dentro del territorio provincial está contenido el sector antártico que Argentina reivindica y nuestras Malvinas y Georgias que disputamos con los ingleses.

Luego, al afincarse y empezar a crecer comenzaron a surgir las invitaciones para ir a vivir allí, que íbamos a estar mejor, con más seguridad y otras posibilidades, etc, etc.

Aquí hago un alto y comento quien soy yo. Reconozco que fui, soy y seré toda mi vida uno de esos porteños repudiados en el resto del país por su agrande. ¿Yo ir a vivir a Tierra del Fuego? Jejeje...

Entretanto las cosas en Capital no iban tan bien desde el punto de vista económico, con trabajo por rachas para los dos y en medio de una inseguridad creciente, que cuando uno vive allí llega a afectar y que tal vez en el momento, por la misma vorágine de una ciudad tan grande pasa desapercibida, pero que está siempre presente. Recuerdo que para mí era habitual escuchar la radio a la mañana mientras me preparaba para ir al trabajo y tomar nota mentalmente de los lugares por donde iban a producirse manifestaciones y cortes de calles, para saber por donde no ir.

Durante el año 2001 las cosas no mejoraban y comenzó a hacerse fuerte la idea de mudarse a Tierra del Fuego. Ocurrió la crisis en donde cayó el gobierno de De La Rúa (recuerdo que desde el balcón de donde vivíamos se veía el humo de los incidentes de la Plaza de Mayo) y tomamos la decisión, que se concretaría en los primeros meses del 2002.

Empezó entonces el despelote de ver que llevábamos, que regalábamos y que dejábamos para después. Pero también la procesión iba por dentro, cuando fue el momento de la partida (febrero) yo tenía en ese momento 35 años y no solo había vivido siempre en la misma ciudad sino que también siempre en el mismo barrio de Boedo.

Llegamos a Río Grande sabiendo que, prácticamente, empezábamos de vuelta.

Durante los primeros días, mientras iba por la ciudad y buscaba trabajo, también trataba de situarme geográficamente. Sucede que cuando uno vivió siempre en un mismo lugar, tiene una especie de "piloto automático" para ubicarse en el mundo y hay una determinada escala de lo que consideramos norte o sur. No quiero generalizar, pero habitualmente para un porteño hablar de norte es hablar de Córdoba y hablar de sur es hablar de, a lo sumo, Viedma. Entonces imagínense como estaba yo, caminando por las calles de Río Grande y pensando "En este momento las Malvinas las tengo al norte ¿donde fuí a parar?".

Y cuando conversaba por teléfono con mis amigotes del barrio, siempre les ponía el mismo ejemplo para que se den cuenta de la escala. Les decía que si decidimos dejar la ciudad vacía totalmente y viajar todos a Capital, entramos (y no llenamos) en el Monumental (Estadio de River Plate)

Como les comentaba, en los primeros meses el tema era ambientarse en la nueva ciudad. También uno debe aprender que no está en una urbe de tres millones de habitantes, sino en una de cuarenta mil. Una vez leí de un escritor (lamentablemente no recuerdo cual) quien afirmaba que Lo peor que tiene Buenos Aires es que nadie te conoce, nadie te ve, y nadie te saluda. Y lo mejor que tiene Buenos Aires es que nadie te conoce, nadie te ve, y nadie te saluda. Entonces cada uno lo toma de acuerdo con su forma de ser. En principio, yo que no soy demasiado sociable, me sentía un poco ahogado entre tanta gente que "se conoce" entre sí.

Unos meses después de la llegada a la isla, surge la posibilidad, que se concreta, de trabajo en la empresa petrolera donde estoy, y allí comienza una nueva etapa. Luego, el hecho de estar en una zona diferente hace que uno vea otras cosas que antes no veía. (Aquí pueden ir al post de Instantáneas Fueguinas y al de Estrellas). A todo esto fue pasando el tiempo, algunas cosas fueron cambiando en este porteño, que si bien no deja de extrañar tomarse un cortadito en la esquina de San Juan y Boedo, una tarde volvía manejando entre dos de las plantas de la empresa y sintió para sí la frase que da origen a esta historia.

Como decía, volvía en dirección norte-sur de una planta ubicada del otro lado de la Bahía San Sebastián, hacia la planta donde está mi oficina. Observaba el paisaje que me rodeaba, dado que, circulando por la Ruta 3 a mi izquierda tenía el Océano Atlántico, al frente y ligeramente sobre la derecha podía ver al fondo los picos nevados de la Cordillera de los Andes, me rodeaba una inmensidad de campo, me veía incluído en ese panorama y pensaba: Ay, Andrés... quien te ha visto, y quien te ve.
Saludos

lunes, octubre 23, 2006

Me cachó la nostalgia

Sabrán disculparme, pero hoy estoy medio llorón.
El viernes, sábado y domingo se realizó aquí el "Río Tango Grande", con clínicas y exhibiciones de baile, también un espectáculo realizado en la Casa de la Cultura y milongas que culminaban con cada día de actividad.
Vinieron el Cuarteto Típico Catenaccio (guitarra, bandoneón, guitarrón y contrabajo) al cual, sinceramente recomiendo. Hicieron su clínica y exhibición nuestro profesor Luis Argamonte como también los invitados Johana Copes (Hija del mítico Juan Carlos Copes) y su pareja de baile Bruno Gibertoni, y Fernando Cristini y Carina Basoalto de La Plata. Como cantante nos visitó Andrea Moreau.
Honestamente, fuí a escuchar tango, a aprender en las clínicas y a ver a los que saben bailar. En las milongas miraba pero no salía a la pista. Ya vendrán esos tiempos.
Y, que quieren que les diga, uno tiene su corazoncito. En este momento estoy escuchando por Alberto Castillo el vals "Los Cien Barrios Porteños", pienso en mi Boedo y, si bien le estoy muy agradecido a Tierra del Fuego, la nostalgia me visita un ratito.
Salute
Yo soy parte de mi pueblo
y le debo lo que soy;
hablo con su mismo verbo
y canto con su misma voz.
He querido rendirle a los barrios
un sincero homenaje de amor
y no encuentro motivo más lindo
que brindárselo en una canción.
Cada uno me trae un recuerdo,
cada uno me da una emoción;
he querido rendirle a los barrios
un sincero homenaje de amor.
Barracas, La Boca, Boedo,
Belgrano, Palermo, Saavedra y Liniers,
Urquiza, Pompeya, Patricios,
San Telmo y Flores,
mi barrio de ayer,
Balvanera, Caballito,
Villa Luro y Montserrat,
Villa Crespo, Almagro y Lugano,
el Retiro y Paternal.
Cien barrios porteños,
cien barrios de amor,
cien barrios metidos
en mi corazón.

martes, octubre 17, 2006

Qué pensarán de nosotros...

Termino de ver algunas imágenes de todo lo que estuvo pasando durante el traslado de los restos de Perón a San Vicente.
¿Puede ser que esta sea la imagen que le presentamos al mundo?
Y después pretendemos ser primermundistas. Así, agarrándonos a palazos por estar en primera fila de la comitiva que acompaña a un fallecido hace ya treinta y dos años. Sea quien fuere el finado ¿Así nos tenemos que mostrar?
Había cada caripelas en ese entorno... ¿serían todos ellos trabajadores? porque si es así, hoy tuvieron franco.
Ay, patria mía... cuando vamos a crecer

Revanchas personales

A veces a mi se da por estas cosas. De intentar esas mínimas revanchas que, si bien sé que no le van a ocasionar nada al destinatario (de hecho ni se va a enterar) me dejan la íntima satisfacción del deber cumplido.
Relato estas dos mías, que están ligadas al automovilismo.
Fui, soy y seré un fanático del Lole Reutemann. Cuando en 1981 perdió el campeonato mundial por un punto lloré y me banqué como un señorito las cargadas de todo el mundo. Qué podía hacer, tampoco me iba a estar peleando con todo el que se burlara...
Pero resulta que allá por 1990 la cerveza Bieckert sacó una nueva campaña de publicidad basada en el slogan “todo cambia”, y allí se veían distintas imágenes del pasado y del presente mostrando la modernización de distintas cosas de uso cotidiano. La campaña radial era igual, hablando de cosas que cambiaban del pasado al presente. Para esa época Lole ya era Gobernador de Sante Fe
El audio de ese aviso, haciendo alusión a la fama de segundón que se le adjudicó al Lole decía algo como
“¡¡Finallll del Gran Premio de Brasil, primero Emerson Fittipaldi, segundo Carlos Reutemann!!. ¡¡Finallll del Gran Premio de España, primero Niki Lauda, segundo Carlos Reutemann!! ¡¡Finallll de las elecciones en Santa Fe, primero Carlos Reutemann!! Todo cambia, Bieckert ya está para vos."
Recuerdo que cuando lo escuche, yo estaba en mi trabajo (una revista de arquitectura) haciendo unos dibujos, tenía a mi lado una radio portátil a la que me quedé observando y, como si les hablara a los creativos de esa campaña y a los encargados de marketing de Bieckert que la aprobaron, dije mirando hacia la radio Nunca mas tomo una Bieckert.
Y cumplí, con el tiempo sé que fue absorbida por Quilmes y terminó desapareciendo.
Tiempo después Shell, proveedora de lubricantes del equipo Ferrari, sacó una promoción en la que te vendían autos a escala para coleccionar (Ferrari obviamente). En esos momentos la Fórmula Uno estaba dominada por el equipo Williams que estaba equipado con el motor V10 de Renault. La dupla chasis-motor era espectacular y se aburrieron de ganar y salir campeones con Prost, Mansell, Hill y Villeneuve. Creo que solo Senna no salió campeón con ese auto porque tuvo la desgracia de matarse aquel 01 de mayo de 1994 en Imola...
Pero en fin, volviendo al tema, cuando Shell sacó la promoción de los autos coleccionables, al tiempo Renault pone una propaganda en la calle (refiriéndola a la otra campaña) que decía “Nuestros autos también sirven para coleccionar, carreras y campeonatos”
Yo leí el aviso, y me invadió una, como decirlo, simpatía tal vez, sonreía y pensaba “pobrecitos, se están comparando con Ferrari, criaturitas de Dios. Nunca voy a tener un Renault”
Olvidé decir que mi sangre es roja, no por un motivo biológico, sino porque es el color de las Ferrari. O sea se metieron con quien no debían.
Todos tenemos nuestras locuras ¿no? Si alguien se toma revanchas personales como estas, le invito a que, si puede y quiere, las comente.

viernes, octubre 13, 2006

Hoy hago propaganda

No pego el video para no adjudicarme ningún mérito ajeno. Les recomiendo darse una pequeña vuelta por el blog Mi eterno pretexto (que tengo linkeado) y ver el video del caballero de los abrazos. Conmovedor y aleccionador.

jueves, octubre 12, 2006

Día de la raza blanca

Disculpen quienes sigan considerando el "descubrimiento" de América como una gesta.
Perdonen aquellos que se aferren a la historia oficial, de acuerdo a la cual este continente se hallaba poblado de salvajes.
Ríanse de este post los que leyeron a Von Daniken, quien sostenía que las ciudades precolombinas y sus maravillas habían sido construidas por extraterrestres.
Yo seguiré pensando que no se trató de un descubrimiento sino de una conquista. Indudablemente con el correr del tiempo el contacto entre habitantes de los distintos continentes se hubiese concretado de una u otra forma, pero el proceso de vaciamiento, la destrucción de culturas nativas, el enriquecimiento de algunos reinos a costa de la sangre, sudor y lágrimas (parafraseando a Churchill) de quienes habitaban este lugar desde el principio de los tiempos, eso no se festeja.
Una autora mexicana escribió estos versos que copio ahora, yo lo estoy escuchando en una muy buena versión de una murga uruguaya.

Maldición de Malinche

Del mar los vieron llegar
mis hermanos emplumados,
eran los hombres barbados
de la profecia esperada.

Se oyó la voz del monarca
de que el dios había llegado
y les abrimos la puerta
por temor a lo ignorado.

Iban montados en bestias
como demonios del mal
iban con fuego en las manos
y cubiertos de metal.

Solo el valor de unos cuantos
les opuso resistencia
y al mirar correr la sangre
se llenaron de verguenza.

Porque los dioses no comen
ni gozan con lo robado
y cuando nos dimos cuenta
ya todo estaba acabado.

En ese error entregamos
la grandeza del pasado
y en ese error nos quedamos
300 años esclavos.

Se nos quedó el maleficio
de brindar al extranjero
nuestra fe, nuestra cultura
nuestro pan, nuestro dinero.

Hoy le seguimos cambiando

oro por cuentas de vidrios
y damos nuestra riqueza
por sus espejos con brillo.

Hoy en pleno siglo XX
nos siguen llegando rubios
y les abrimos la casa
y los llamamos amigos.

Pero si llega cansado
un indio de andar la sierra
lo humillamos y lo vemos
como extraño por su tierra.

Tú, hipócrita, que te muestras
humilde ante el extranjero
pero te vuelves soberbio
con tus hermanos del pueblo.

¡oh! Maldición de Malinche
Enfermedad del presente
¿Cuándo dejarás mi tierra?
¿Cuándo harás libre a mi gente?

No tengo nada contra los actuales habitantes de los países que nos conquistaron. Ellos no tienen absolutamente nada que ver.
No toda, pero mucha culpa la seguimos teniendo por estos lares.

martes, octubre 10, 2006

¿Bailamos?

Si bien soy muy aficionado a la música, desde siempre tengo una enorme dificultad para moverme acompasadamente (forma elegante de decir que soy un tronco para bailar). Puedo intentar algo si se baila “suelto” porque tampoco me importan demasiado mis movimientos grotescos, pero por ejemplo, jamás pude bailar un lento sin detenerme cada tres pasos para comenzar otra vez. Cada vez que, en una fiesta o donde sea se baila, mi esposa me mira con una cierta, digamos, conmiseración (ellá sí es buena para estos trotes).
Resulta ser que el año pasado, ella comenzó a tomar clases de tango en uno de los talleres municipales que hay aquí en Río Grande. Cuando se hacían las milongas una vez por mes yo iba también a escuchar buenos tangos y tomar algo mientras ella bailaba con sus compañeros. Y alguna que otra vez me preguntaban si no me gustaría aprenderlo yo, el profe de ella también me consultaba lo mismo... pero qué les iba a decir, si lo mío no es el baile.
Este año al comenzar las actividades de vuelta, pasado el primer mes de clases decidí anotarme, total, ¿qué podía perder? Aparte me resultaba interesante el reto de intentar aprender un baile que no es fácil, dado que el hombre es el que hace bailar a la mujer marcándole cuales son los pasos que quiere hacer, mientras tiene que estar pensando en sus propios pasos, etc. Son dos clases por semana, así que podía combinar con otras actividades que tengo, en fin... me las iba a arreglar.
Cada clase se inicia con movimientos de relajación, luego con rítmicos (para ir ganando equilibrio y velocidad) y después con la práctica de caminatas y pasos sencillos. Luego se arman las parejas, y a bailar se ha dicho, bajo la mirada del profesor, cada dos o tres tangos se cambian las parejas para que todos bailen con todos.
Ahora bien, el salón tiene un lado todo espejado que es donde nos miramos durante los movimientos de relajación y rítmicos, y allí me veía yo, moviendo los brazos y las piernas a lo karate kid, tratando de no reírme de mí mismo y pensando “que desastre que soy ¿qué es lo que hago acá?”.
Ni se imaginan lo que me costó caminar el tango, luego vinieron los primeros pasos elementales (otro parto con cada uno de ellos) y luego ir a mi primer milonga. De vergonzoso nomás ni salí a la pista, mi esposa bailó y bailó con sus compañeros (que son de un nivel mas avanzado), pero yo me quedé mirando. Ya en la segunda me animé a caminar un par de tanguitos.
El miércoles pasado me salió todo (con imperfecciones, pisotones a las chicas, pérdidas de ritmo, etc.) pero en suma, cada paso que intenté me salió. La arrepentida, la hamaca, la baldosa, el ocho, el ocho cortado, repito que ninguno perfecto, peeero mal que mal, salieron. Obviamente me faltan años para bailar como corresponde, aunque a decir verdad, lo que logré hasta hoy pensé en lograrlo jamás.
Quien lo iba a decir... un porteño de pura cepa, venirse a Tierra del Fuego a aprender a bailar el tango...
Y a quien no la haya visto, le recomiendo la muy buena película de Richard Gere que da título a este post.

lunes, octubre 09, 2006

No aflojes, vos tirá

A ver, como lo puedo expresar...
Noto al leer algunos comentarios y visitar algunos blogs amigos que se manifiestan muchas situaciones que nos superan, a veces por varios cuerpos. En este pequeño universo virtual compartimos distintas circunstancias, alegrías, tristezas, dudas, certezas, etc.
No pretendo darle consejos a nadie (si apenas puedo con mis asuntos...) pero algo que he podido comprobar es que cuando algún/a bloggero/a no anda bien, enseguida acuden varios que tratan de ofrecer su ayuda, que tal vez dura tanto como dure la lectura del comentario. Pero sirve.
Y esta letra de Zas que transcribo ahora, que será conocida para la mayoría, a mí me ha servido muchas veces. Tengo en mi compu una versión en vivo que me pone los pelos de punta cada vez que la escucho.
Saludos a todos

Yo no busco lo que vos tenés, yo no quiero hacerte ningún test,
sigo siendo un gato en la ciudad, dame una oportunidad.
Tengo a un ruso y a un yanqui dentro de mi habitación,
que se juegan mis zapatos y mi foto de graduación en un Atari.
Son las cuatro y no puedo dormir, salgo a la calle a pelear por mí,
Sólo me muevo bien y la noche me tomó por rehén.
Alguien tira para abajo, yo me trato de zafar,
alguien que grita, 'Es de los nuestros', alguien que lo va a buscar.
Pero venga lo que venga, para bien o mal, tirá, tirá para arriba, tirá.
Si no ves la salida, no importa mi amor, no importa: vos, tirá.
Tirá, tirá para arriba, no hay horas perdidas,
no aflojes, mi amor, no aflojes, vos, tirá.
Ya no podrás quejarte si no encuentras lo que buscabas en tu corazón
y si te agarrás los dedos contra una puerta pesada,
estoy seguro que tu grito romperá lo vidrios de la Casa Rosada.
La belleza de tu pierna escapándole a la sábana,
tu sexo a la deriva y la loca ilusión que algún día
inventamos para todos un mundo mucho mejor.
Por ahora, Lola, soplá la vela, Lola, que yo apago el televisor.
Pero venga lo que venga, para bien o mal, tirá, tirá para arriba, tirá.
Si no ves la salida, no importa mi amor, no importa: vos, tirá.
Tirá, tirá para arriba, no hay horas perdidas,
no aflojes, mi amor, no aflojes, vos, tirá.

miércoles, octubre 04, 2006

Que buen momento

Está lloviendo copiosamente. Lo puedo ver por la ventana que postié hace algunos días en este blog. El viento hace oscilar algunos arbustos que están junto al barranco que da hacia el mar. Prácticamente no se ve la Bahía San Sebastián.
Si bien estoy tapado de trabajo, en mi compu suena Credence con "Have you ever seen the rain" y tengo un café humeante sobre el escritorio.
Sigo siendo un porteño enamorado de su ciudad y su barrio, pero realmente este momento y el entorno que describí, son especiales.